domingo, 23 de enero de 2011

The animal instinct in me.

Hace unos años que estoy acá. No les voy a mentir, al principio me emocionaba. Eso de tener el poder, el que deja pasar y el que no, el uniformado, qué sé yo, me sentía…poderoso en cierta forma. Después de un tiempo caí y me di cuenta de que el garrote o lo que fuera que me dieran no era un arma, que era igual a tener un palito de helado o a no tener nada. No me sentía capacitado para defenderme a mí mismo y menos a veinte casas más.
Al cabo del año ya sabía reconocer los autos de todos los propietarios del complejo y ya tenía mi amor imposible, una pendeja de lo más sencilla que vivía en la casa once. Siempre salía a pie y volvía con bolsas de verdulería, del almacén de la esquina o de la panadería. A veces me traía pancitos calentitos, otras algún que otro juguito, y siempre se quedaba un rato charlando, por más que tuviera cosas que hacer.
Aunque ella no encuadrara en ese lugar y toda la cosa de la high society, yo sabía que era imposible.
A mi cuarto año de ese trabajo de mierda le compraron un autito. Por supuesto, como ella, el auto no encuadraba en ese lugar.
Un día, como a las seis de la tarde, se fue con su autito. Como siempre me dedicó una de sus sonrisas. Esa mirada fue la más deliciosa que me dio en mucho tiempo. Y la última. Sí, no la vi más. Hasta hoy. La muy perra reemplazó el escarabajo cremita por un Porshe, y el asiento del acompañante ya no va lleno de bolsas o simplemente vacío. Ahora va un chetito con barba candado que apoya su abrazo en el asiento de mi eterna utopía.
Al menos descubrí que el garrote que me dieron hace diez años sirve para algo: es excelente para hacer sangrar a un ladrón de sueños y para perder un trabajo de mierda.

7 comentarios:

SantitAh dijo...

Jajajajajajaj grande el guardia!
Me encantó la historia!

Bezitozz Tori

Haru dijo...

Muy buena historia! jajaja
Me gustó el lenguaje relajado del guardia, sobre todo la palabra "pendeja". Escribís cosas muy geniales (:

Te invito a leer la última entrada de nuestro blog, más que nada para poder difundir el mensaje de boca en boca, o de blog en blog (nunca está de más!). Muchas gracias, Saludos!

Haru dijo...

Tori! Muchas gracias por leer y comentar! La verdad es que tu comentario me gustó mucho jajaja. Con las chicas generalmente respondemos los comentarios de las entradas para compartir más experiencias, así que si querés andá a leer la respuesta a tu comentario (es un poco larga, pero bueno jaja). Besotes!

Con amor, niñita dijo...

¡Buenísima la historia! Me gustó mucho la manera en que la escribiste, voy a seguir leyendo más cosas de tu blog. A propósito, gracias por leer el mío :)
Besos!

Haru dijo...

Hola de nuevo! Já, parezco una pesada, te escribí tres veces ya en este post :P
Esta vez es para avisarte que te premiamos en el blog así que pasá a buscar tu premio! Te lo mereces, tus cuentos son geniales. Besos!

Nati dijo...

me encanto como la contaste! muy buen final jaja

Pablo Galván dijo...

Genial la historia... con un final inesperado, como a mi me gusta. Me gustó tu blog! te sigo!