viernes, 29 de octubre de 2010

La típica.

Era la típica minita a la que le encantaba que todos estuvieran atrás de ella. Era. Esa con la falda más corta del colegio. Esa que siempre quería llamar la atención, y que siempre lo lograba. Esas típicas turritas que “inocentemente” te bardeaban por detrás, a las que se le "escapaba" un noventa por ciento de su última charla, en esa en la que le habías confiado cosas que no le habías confiado a nadie. Sí, porque vos confiabas en ella.
Era la típica minita calentona. Era una “one of those girls”, como dice Avril. Era.
Era la típica minita que se le tiraba a todos, a todos, incluso con novio y todo eh. Incluso a los novios de sus amigas.
Era la típica minita sin ni un código encima.
Era la típica minita chetita que tenía alma de barrio, y que era peor que cualquiera.
Era la típica minita que con tal de cagarle la existencia a los otros se la cagaba ella misma.
Era la típica que siempre quería ser la víctima, y lograba que la vieran como tal.
Era mentirosa. Era. No, no se preocupen, no la maté, sigue viva, pero en mi corazón no entra más.



Ya entendí, ya esperé que todo cambiara a tiempo. Ya escuché, ya banqué lo que nadie se imagina.

jueves, 21 de octubre de 2010

Wish you were here.

No podrías contar con los dedos de las manos la cantidad de abrazos que nos dimos.
Ni tampoco las veces que me senté en su falda, incluso hasta cuando ya era más grande y lo pasaba en altura.
No podrías contar con los dedos de las manos las sonrisas que me regaló.
Pero si te alcanzarían para los pocos retos que me dedicó.
No podrías contar con los dedos de las manos las arrugas que surcaban su frente.
Ni tampoco las veces que el sol quemó su piel color oro.
No podrías imaginar la transparencia de sus ojos, esa calidez.
No podrías saber siquiera las veces que me hizo reir en medio del llanto.
No podrías contar con los dedos de las manos las veces que yo lloré por él, y las que reí para darle fuerzas.
No podrías saber las noches de insomnio y de dolor, las noches de soledad, la noche, esa noche en la que supe que lo iba a extrañar por siempre.
No podrías contar con los dedos de las manos las veces que fue al mar, las veces que él fue mar.
No podrías contar con los dedos de las manos las veces en que mis deditos de nena revolvieron su pelo gris.
No podrías imaginarlo a él porque era como nadie es.
No podrías ni por un segundo sentir esa soledad que se siente en su casa sin su risa, sin sus chistes, sin la televisión a todo volumen por su sordera.
No podrías saber que feo es ver la cocina sin numerosos menús como a él le gustaba.
No podrías contar con los dedos de las manos las veces que me convencí de que él existe y las veces que me resigné a perderlo.
Ni podrías saber las veces que abracé la almohada contra mi pecho para no sentirme sola.
No podrías ni imaginar cuanto lo amé, cuanto lo amo.
No podrías nunca extrañarlo como yo lo hago.
No podrías sentir tanto agradecimiento hacia a alguien como yo lo tengo hacia él.

Feliz cumpleaños Abuelo, siempre, siempre con vos♥