lunes, 18 de abril de 2011

Últimamente (me refiero a los..últimos tres meses?), este blog ha estado cayendo en decadencia (cuándo no?). Y aunque intente levantarle un poco el ánimo al pobre, sólo se la pasa escribiendo cosas deprimentes, mal escritas, aburridas en cierta forma. Como algo parecido a esto. Es que se parece bastante a la dueña. Si ella decae, él también. Pero la dueña se cansó de caer. Y aunque esté en pleno proceso de decaimiento (lo que significa que queda para rato de esta porquería de palabrería), no quiere más. Quiere escribir. Quiere vivir. Quiere que todos los momentos –o casi todos- se asemejen un poquito a la felicidad que siente en sus brazos. Quiere ver el sol hasta en las cosas malas, como lo solía hacer. Quiere dejar ese ambiente de violencia en el que la obligan a estar. Quiere mirar las cosas con esos ojos inocentes de antes, que ahora sólo tiene imágenes de guerra grabadas. Quiere volver a hablar con ustedes. Quiere volver a hacer lo que más le gusta. Quiere salir de esa burbuja en donde se había metido.
Y para eso se va a poner un cartel parecido al de acá abajito. Bienvenida a la concha de la lora, mala onda.
Bienvenidos a Filástica, nuevamente.



viernes, 8 de abril de 2011

Brothers lie in shallow graves.

No creo en la reencarnación. Bah, en realidad me cuesta creer que haya algo después de esto, de la vida. Pero si en verdad hay algo, creo que en vidas pasadas viví en otra época, que morí joven, que bailé al ritmo de Soda –como lo hago ahora- y que usé esos peinados exuberantes que se usaban en los 90. Pero si hay algo que no fui, que no soy, y que no seré, es ser morbosa. Por eso no voy a mostrarles esos videos que estuvieron circulando todo el día, esos que a muchos les puso la piel de gallina y los hizo llorar como a mí. Por eso sólo voy a desnudar el alma y llorarles. Tampoco voy a contar las imágenes del horror, ni detallarles la desesperación de esos gritos, ni contarles de esos nenes corriendo por el pasillo, escapándole a la muerte. Pero sí voy a manifestar mi repudio hacia a la impunidad, y mi dolor a que se esté juzgando a un posible enfermo mental, ya muerto, y a que se haga uso del sarcasmo como lo hicieron en comentarios a una nota del Diario Clarín, diciendo algo como “a ver cuando traen a alguno de estos vagos a la casa rosada así se van unos cuantos corruptos”, o que se hable de religión, o que se prediga una de estas tragedias próximamente en la Argentina, y encima, con horrores de ortografía, como es de esperar. Es difícil de creer que se piense en todo esto menos en lo que realmente importa. Se murieron doce niños. Doce chiquitos brasileros que recién estaban entrando en su adolescencia, que tenían la vida por delante, chicos que hoy son llorados por doce familias, por amigos, y por gente sensible y diferente a los ignorantes que comentaron, que sorpresivamente leen el diario. No voy a pedir que se tome consciencia porque aunque haga el intento por no ser negativa, la Argentina está perdida. Sólo pido que se metan sus opiniones bien en el culo, y que dejen su ignorancia de lado para brindar un poco de respeto a un pueblo que hoy, llora sangre.

Ten paciencia, alma mía: tú has sufrido cosas peores.- Homero.