sábado, 31 de julio de 2010

Benditos sean el sillón y la tele.

Podría decirles que para el sábado tengo el reee plan. Podría decirles que me levanté tempranito para ir al gimnasio y que antes de eso desayuné una manzana y un pote de cereales sin azúcar (sí, sí, de esos insulsos que te dan ganas de escupir) porque estoy cuidando mi figura (que no sé para qué lo hago porque tengo la silueta perfecta y envidiada por todas).
Podría decirles que llegué del gim y llamé a un par de amigas para almorzar en alguno de esos lugares de comida china que supuestamente es re sana (porque es todo pescadito y verduritas hervidas, vieron?). Después de eso nos tomamos un helado de sabores “light” (de esos que solo Grido “vende” ridículamente).
Podría decirles que después de eso arreglamos para juntarnos en casa y después irnos de gira por el centro, por los pubs, a bailar. Podría decirles que mientras hacemos todo eso cada una de nosotras se encuentra un chico tres o dos añitos más grandes que nosotras y que increíblemente nos dio bola:O No, no, no nos dio bola, por poco nos pide casamiento. Nos invita un juguito de naranja (ya les dije, somos sanas, no tomamos ni coca, ni fanta, ni sprite, ni mucho menos alcohol), nos pide el teléfono, nos chamulla de lo liiiindo (y lo peor es que les creemos cada palabra que dicen), nos invita al cine la semana que viene y nos pide nombre y apellido para tenernos en Facebook y después así agregarnos al msn.
Podría decirles que después de la maravillosa velada nos vamos cada una a su casa y soñamos con ese chico perfecto. El domingo a la mañana nos levantamos y como tenemos todo estudiado nos pasamos el día entero hablando por teléfono, leyendo, pintándonos huecamente las uñas y escribiendo en nuestro blog…

…O podría serles sincera y contarles que no soy una persona muy organizada que digamos y que son las seis y media de la tarde de este sábado aburrido y todavía no tengo ni la más pálida idea de qué es lo que voy a hacer hoy.
Que me levanté a las diez de la mañana por los ruidos que hacían la escobita de la “chica” (tiene cuarenta y pico, no) que limpia en casa, los grititos de mis hermanas, los gritotes de mi mamá, a los divinos de “Los imaginadores” cantando en Playhouse Disney desde las siete y media, por la cumbia a todo lo que da que ponen los obreros de al lado, de enfrente, los que están en diagonal y los de al lado de mi vecina, y los silbidos de mi papá (no sé por qué, pero se le da por silbar toda la mañana del sábado y del domingo), y que por ende tengo una cara de zombie que ni el mejor Maybelline (o como se escriba) puede mejorar porque las ojeras violetas me llegan hasta la mandíbula(?).
Que desayuné en la cama la mitad de un sustancioso cafecito (la otra mitad terminó en la sábana, siempre me pasa lo mismo a pesar de llevar bandejita ¬¬) con medio paquete de galletitas “Cerealitas”, de esas que supuestamente son con pasas de uvas y te vienen con una mísera pasa en el medio, y que simulan ser dietéticas para engañar a las hipócritas como yo que quieren adelgazar (porque no, no soy 90-60-90, ja!) pero que se la pasan comiendo productos que dicen ser “light” y que nada que ver.
Y que después de eso desperdicié toda la mañana ordenando mi habitación (sin que nadie me lo pidiera, pueden creerlo?) y que en un intento de dejar todo limpito sacudí la alfombra dentro de mi pieza (no, no me hago, soy pelotuda) y casi me intoxico con la nube de polvo de hace cinco años que tenía encima.
Que cuando terminé ya era la hora de comer y me tuve que tragar todo el puchero (que antes era mi comida preferida pero de tanto comerlo me asqueé y lo odio con todo mi ser).
Que después de eso empecé a escuchar cds viejos que encontré en un cajón y descubrí que esa canción que tanto me gustaba (Ain’t no sunshine) es de Bill Withers, y que encima soy una ignorante porque no tenía idea de quién era. Que desde el almuerzo que no paro de escuchar música y de aturdirme con The Killers.
Que estuve toda la tarde con el celular encima desesperada y rogando porque salga algún plan que sé que no va a salir.
Que voy a terminar como siempre: comiendo unos deliciosos tacos caseros, escribiendo (baa, haciendo mi descarga emocional(?) en mi blog y que me voy a alquilar alguna peli, posiblemente “Diario de una pasión” porque soy la única adolescente que no la ha visto en la faz de la Tierra. Que voy a terminar acostándome a las cinco de la mañana a pesar de que no estoy de joda pensando en los que sí lo están y en que seguramente él está volviendo de bailar. Y que mañana, domingo, el día más depresivo de la semana, voy a tener que hacer todo lo que no he hecho hoy ni en todas las vacaciones, como leer un libro para el colegio, y aunque esté bueno lo voy a odiar porque odio leer obligada. Quizás si tengo tiempo pueda seguir leyendo mi adorado “El beso de la mujer araña”, y seguramente llame a alguien porque no tengo contacto con la vida social desde anoche. No hablemos de arreglarme las uñas, me suena a hueca y mis uñas son algo tan desastroso que no se pueden arreglar ya.
YO ANTISOCIAL? LOSER? Para nada. Sólo es un fin de semana más... a mi manera.

1 comentario:

SantitAh dijo...

Sos igual que yo mujer!
Leete mi entrada de Sabado por la noche!
Y cada uno es feliz a su manera!