Volutas de humo rosa en el aire. Flotan, vuelan, corren. Burbujas verdes. Estrellas cayéndose del cielo. Circo beat sonando de fondo, y miles de circos apareciendo a mi alrededor. Monos, jirafas, osos. Payasos, trapecistas, acróbatas, malabaristas, presentadores. Un tipo disfrazado de Barney, y otros dinosaurios de colores corriendo tras él. Sonrisas, miles de sonrisas. Y allá en lo alto, destacándose, la suya. Tan malditamente perfecta. La batería de Cherry bomb aturdiéndome. “Cherry bomb, cherry bomb, cherry bomb”. Manos. Manos. Manos. Me quieren atrapar. Me escapo. Caigo en una pileta. Olas de agua salada, agua salada naranja. Flotan junto a mí números. Uno, dos, tres, cuatro. Contando me quedo dormida. Y sueño con él pero no me acuerdo qué. Me despierto y lo tengo ahí, besándome. Y de repente desaparece. Y ahora estoy corriendo, atravesando un bosque sin fin, un bosque de árboles de cerezas que se convierten en sandías gigantes que caen al piso, explotan, me bañan de su almíbar. Cae la lluvia y lame cada una de esas gotas azucaradas. El bosque se convierte en un río violeta, me arrastra, me revuelca, me ahogo. Ojos mirándome de todos lados. Uñas brillantes, de todos los colores, me arañan. Me desarmo, me deshago, ya no soy nada, una partícula casi inexistente que busca un beso más.
[No, yo no fumo cosas raras.]
2 comentarios:
Esto me hace acordar muchísimo a una cosa que hice en Plástica, un "cadáver exquisito", algo así. Todo lo que escribíamos nos hacia ver bastante fumados,jaj. Yo termine hablando de arboles y basquet, cuando había empezado escribir sobre la locura. Cualquier cosa era eso, jajaj.
Que andes bien Tori :)
Muchas veces no es necesario!
Es como dice mi amiga Damaris, Es natural en mí!
Bezitozz Tori
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