Era la típica minita a la que le encantaba que todos estuvieran atrás de ella. Era. Esa con la falda más corta del colegio. Esa que siempre quería llamar la atención, y que siempre lo lograba. Esas típicas turritas que “inocentemente” te bardeaban por detrás, a las que se le "escapaba" un noventa por ciento de su última charla, en esa en la que le habías confiado cosas que no le habías confiado a nadie. Sí, porque vos confiabas en ella.
Era la típica minita calentona. Era una “one of those girls”, como dice Avril. Era.
Era la típica minita que se le tiraba a todos, a todos, incluso con novio y todo eh. Incluso a los novios de sus amigas.
Era la típica minita sin ni un código encima.
Era la típica minita chetita que tenía alma de barrio, y que era peor que cualquiera.
Era la típica minita que con tal de cagarle la existencia a los otros se la cagaba ella misma.
Era la típica que siempre quería ser la víctima, y lograba que la vieran como tal.
Era mentirosa. Era. No, no se preocupen, no la maté, sigue viva, pero en mi corazón no entra más.
Ya entendí, ya esperé que todo cambiara a tiempo. Ya escuché, ya banqué lo que nadie se imagina.
1 comentario:
Me parece bien, Tori!
Esas personas nos arruinan en cierto modo!
Y aparte, por lo que decís, no es digna de confianza!
Bezitozz
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